El segundo de los datos es que el empleo en seguros es igualitario. En seguros trabajan más mujeres que hombres y, cada año, el porcentaje de mujeres que acceden a los puestos de trabajo ofertados es el mismo que el porcentaje de las que se presentan; lo cual demuestra que los procesos de selección no practican discriminación alguna. La presencia de la mujer está creciendo muy deprisa entre los puestos más elevados y mejor retribuidos: mujeres son hoy uno de cada seis directivos de seguros; pero en el 2004 eran tan sólo una de cada veinticinco.
Ya que hablamos de cosas mejor o peor retribuidas, el tercer dato es que el sector asegurador tiene uno de los salarios más altos de toda la economía. Más concretamente, en una lista de más de setenta sectores, está situado en la elite de los diez primeros.