El seguro de decesos es uno de los que más presencia tiene entre las familias españolas, siendo el más contratado de los seguros no obligatorios, sin embargo y a pesar de ello, hay un importante número de personas mayores, digamos con más de 70 años, que no contrataron en su día este seguro y sin embargo ahorran para evitar gastos a sus familiares cuando fallezcan. ¿Es una buena alternativa?
Ahorrar siempre es una buena práctica, pero en este caso existen soluciones más interesantes. Supongamos que un matrimonio de 70 años mantiene una cuenta de ahorro con una cantidad de dinero para el día que se necesite por el fallecimiento de alguno de los dos. Posiblemente la cantidad está elegida sin considerar el coste real de todo el proceso y por lo tanto puede que lo ahorrado llegue a ser superior, en cuyo caso se está haciendo un esfuerzo innecesario, o en muchos casos esa cantidad puede ser inferior a lo que será necesario, en esta situación alguien tendrá que hacer frente a la diferencia.
Pero lo más importante es que ese dinero, en el mejor de los casos, le estará produciendo al matrimonio una rentabilidad que no será superior al 0,15% en el mejor de los casos, y quizás sin disponibilidad inmediata. No parece un buen negocio.
En este contexto, no solo no están seguros de tener el dinero suficiente, sino que en el momento que se necesite puede no estar disponible de manera inmediata, puede generar gastos de cancelación, con la correspondiente merma, etc. Y lo más importante, ¿A quién acudirán para gestionar la situación? ¿Les atenderán cómo se merecen? ¿Pagarán lo justo y necesario para lo que desean? Demasiadas preguntas.
No cabe duda qué la situación no es la mejor de las posibles, especialmente existiendo soluciones aseguradoras que mejoran sustancialmente las cosas. Nos referimos a la modalidad de seguro de decesos de prima única, que es la perfecta para el matrimonio de nuestro ejemplo. No solo no tendrán que realizar pagos periódicos, ya que se paga una sola vez, sino que quedan cubiertos de por vida y con la seguridad que el dinero no será un problema apara la familia, y lo mejor de todo, contarán con asistencia personal desde el minuto uno del fallecimiento, justo cuando más se necesita. Recibirán un trato excelente y el servicio fúnebre será el que desean.
Ahorrar en general para el momento que se necesite está bien, pero cuando se trata de hacer frente a ese momento en que será necesario como consecuencia del fallecimiento, no cabe duda qué la mejor solución, no es el ahorro, es el seguro de decesos, y para los mayores que no lo contrataron en su día, la modalidad de prima única.