Es habitual encontrar muchas referencias a la posibilidad de que se produzca un fallecimiento en un país distinto al nuestro, y no solo por lo que supone de coste a la hora de traer a España el cuerpo, esa situación requiere dinero suficiente para hacerle frente, pero no solo dinero, sin duda esa es una situación que requiere de mucha coordinación, experiencia y por supuesto alguien que se encargue del papeleo, etc. Dicho de otro modo, sin profesionales al lado es una tarea casi imposible. ¿Cuántas veces hemos oído en la televisión que tal persona ha fallecido en un país lejano y que la familia había solicitado ayuda al gobierno para repatriar el cadáver? Por desgracia eso no va a dejar de ocurrir por múltiples razones.
Como ya habréis pensado eso se resuelve con un buen seguro de asistencia, pero lo que no todo el mundo piensa es que esa situación está a cubierto con un seguro de decesos, con un buen seguro de decesos, ya que no todos cubren toda la contingencia que hemos comentado. Y eso si que es un problema caso de producirse la situación, y es una posibilidad cada vez más frecuente ya que los españoles nos movemos mucho más que antes, y no solo por placer, también por trabajo, negocios o estudios.
Pero de este tema ya hemos hablado en alguna ocasión anterior en nuestro blog, y esta vez vamos a dedicar el artículo a los traslados que se producen dentro del territorio nacional, a los que pueden surgir desde nuestras islas a la península, o desde Ceuta y Melilla a cualquier provincia peninsular, y viceversa. Esos también son traslados y requieren de las mismas tareas que cuando se produce en un país extranjero, pero con menor complejidad, estamos en nuestro propio país, pero no por eso están exentos de cuestiones a resolver para las que es necesario contar con profesionales.
No todo el mundo es consciente de la complejidad de realizar un traslado de un fallecido hasta una localidad distinta de la que se ha producido el fallecimiento, aunque sea dentro del territorio nacional, y por supuesto de los costes que supone y que hay que sumar al sepelio normal en la localidad de destino. Hay que gestionar varias funerarias, elementos de traslado, costes del mismo traslado, coordinación de tiempos para que se produzcan según lo deseado por la familia, etc.
Como se puede imaginar el precio de todo ello es uno de los elementos importantes de un traslado como estamos viendo, y adicionalmente, hay que contar con el dinero en el momento, algo que no siempre es posible, por el momento en que se produce, por la disponibilidad de liquidez inmediata, etc. En estas situaciones la solución más eficaz y financieramente rentable es la de contar con un seguro de decesos.
El seguro de decesos se encarga de todo con una simple llamada, a cualquier hora del día o de la noche y sea el día que sea. Sin desembolsos económicos y sin dedicación de tiempo a organizar todo un complejo sistema. Pero hay un “pero”, siempre lo hay, no todos los seguros de decesos cubren los traslados, y lo más conveniente es comprobar hasta que punto y con que límite están cubiertos, es fundamental para estar seguros y evitar sorpresas.
Por suerte para los mutualistas de Purísima eso no es una preocupación, lo tienen cubierto y bien cubierto en cualquiera de sus pólizas.