1. Defensa jurídica
Tener coberturas de defensa jurídica es siempre buena idea; pero en un entorno como éste, con legislación cambiante y realidades de gran importancia para la existencia de muchas personas (como los ERTE), disponer de la capacidad de, como poco, consultar con un profesional de Derecho nuestras cuitas y acordar con él nuestros próximos pasos, es algo que adquiere gran importancia. El seguro de defensa jurídica es un producto relativamente infra desarrollado en el mercado español, puesto que en otros países, sobre todo de Centroeuropa, es bastante habitual. Tal vez esta experiencia haga que muchas personas se convenzan de la oportunidad de tener un seguro de este tipo a mano.
2. Asistencia informática
La cobertura de asistencia informática está presente, por ejemplo, en muchos contratos de seguro del hogar. Para muchos españoles, en cuestión de horas esa esquina de la casa donde estaba en ordenador con el que navegaban por internet y jugaban a juegos de estrategia, de repente, se ha convertido en su puesto de trabajo. Esto también ha supuesto que el correcto funcionamiento de todo el aparataje tecnológico de la casa también ha adquirido una importancia fundamental. Y, como la Ley de Murphy casi siempre se cumple, en no pocos casos el momento elegido por el ordenador, o por la conexión, para no funcionar debidamente, ha sido precisamente éste. Repentinamente, pues, la posibilidad de disponer, al otro lado del teléfono, con un experto capaz de guiarnos por el intrincado mundo de los menús y submenús de nuestro sistema operativo, se ha convertido en un servicio de gran valor.
3. Asistencia psicológica
Otro elemento que ha crecido como consecuencia de la situación de estos días ha sido la asistencia psicológica. A decir verdad, esta prestación no era nueva en los seguros en el mercado; pero su uso y oferta se han intensificado como consecuencia lógica de una situación en la que mucha gente se ha sentido presionada, angustiada incluso, por un orden de cosas totalmente inesperado y radicalmente diferente de la que hasta el 13 de marzo pasado era nuestra vida diaria.
Se podrían añadir otras coberturas que también han hecho su papel: la responsabilidad civil familiar, que ha debido enfrentarse a un periodo en el que toda la familia ha estado en casa; o la responsabilidad civil de mascotas, pues ellos también han percibido que el momento era diferente y han llevado su carga de estrés. En suma, lo que este tipo de situaciones viene a demostrar es que el seguro, por esencia, se adapta a las situaciones, para intentar dar a sus clientes el mejor de los servicios posible.