La respuesta es: poco a poco. No puede ser de otra manera. En el año 2019 se matricularon en España 66 vehículos eléctricos cada día. Es un ritmo alucinante; pero no hay que olvidar que todos los vehículos matriculados el año pasado supusieron el 8 por 10.000 del parque.
A pesar de lo dicho, el vehículo eléctrico e híbrido empieza a ser relevante y el zumbido de estos motores empieza a ganar decibelios. En España hay, según nuestros datos, unos 350.000 coches eléctricos rodando; los diesel son casi 15 millones, y los de gasolina en torno a 8,5 millones.
Sin embargo, esta situación es susceptible de cambiar muy rápidamente, sobre todo conforme las grandes ciudades vayan adoptando medidas restrictivas para el tráfico de vehículos con motores de combustibles fósiles y, paralelamente, las infraestructuras necesarias para un uso global del vehículo eléctrico, como las electrolineras, se extiendan y ganen capilaridad.
De los datos existentes cabe estimar que el vehículo eléctrico e híbrido tiene algunas «asignaturas pendientes». Por ejemplo, las mujeres. Las mujeres se acercan al 30% de las conductoras en general, pero si se aísla el parque eléctrico e híbrido, su participación desciende cinco puntos. O los jóvenes, entre los cuales la penetración del vehículo eléctrico e híbrido es un 10% inferior a la del conjunto de conductores.
Asimismo, también hay notables diferencias geográficas. En general, los territorios con grandes concentraciones urbanas y/o renta superior a la media nacional, son los que tienden a tener un mayor peso de este tipo de vehículos. De hecho, sólo hay tres comunidades autónomas que tienen una penetración superior a la del conjunto de España: Madrid, Cataluña y Baleares.
Hay mucho camino por rodar, pues; pero la carrera, sin duda, ya ha comenzado.