Por cercanía, los viajes al extranjero más habituales entre los europeos tienen como destino otro país de la Unión Europea. Para garantizar la atención médica en estos desplazamientos se creó la Tarjeta Sanitaria Europea. Pero aunque esta tarjeta te da un respaldo médico cuando estás en otro Estado miembro, debes tener en cuenta que no sustituye ni alcanza la protección de que te da un seguro de viaje. Te contamos porqué.
De entrada, cuando estás fuera puedes tener muchos problemas que no están relacionados con la salud. El muestrario de contratiempos es amplio: pérdida de equipaje, robo de documentación, retraso de un vuelo, cancelación, tener que regresar antes de lo previsto a casa porque le ha ocurrido algo serio a un familiar… En todos estos casos, y son unos cuantos, la tarjeta sanitaria no te otorgará ningún tipo de respaldo. El seguro, en cambio, sí.