La fotografía sobre el consumo global de cerveza se ve todavía más clara si tomamos como referencia el dato de la Encuesta Europea de Salud: aproximadamente el 71% de los españoles adultos declara que consume cerveza con alcohol habitualmente. Este nivel de consumo alcanza su punto álgido en al llegar a los cuarenta años, aunque sigue siendo muy alto hasta aproximadamente los setenta, que es cuando se reduce ya significativamente.
¿Cómo llega la cerveza desde el campo la tu mesa?
Ya sea para su consumo en el hogar como en la restauración, la cerveza requiere de un ingrediente que pocos conocen pero que es imprescindible: el seguro. Así es, por extraño que pueda parecer, sería imposible disfrutar de una caña bien tirada si el seguro no existiera. El aseguramiento está presente en todas las fases de la fabricación de una caña: desde la plantación del lúpulo, la malta y otros ingredientes que hacen falta para hacer una buena cerveza, hasta la fabricación en sí, su distribución y, finalmente su puesta en venta en los establecimientos comerciales.
Para la cosecha de 2021, Agroseguro – pool que protege las explotaciones de cultivos en España- ha asegurado más de 1,8 millones de hectáreas de cebada. Esto supone 6,3 toneladas de cebada protegidas ante los imprevistos del campo que, como bien sabe el sector agrario, son muchos. Lo mismo ocurre con otro de los ingredientes estrella en la elaboración de la cerveza, el lúpulo. En España este año se han asegurado cerca de 500 hectáreas o lo que es lo mismo, algo más de 4.000 toneladas de lúpulo.
Las comunidades autónomas con mayor superficie asegurada de cebada son Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón. Mientras, los lugares de España donde hay más hectáreas de lúpulo asegurado son Castilla y León y La Rioja.
La protección de estos cultivos es la primera garantía de que este verano podamos disfrutar de las merecidas vacaciones con una caña. El seguro, no tiene ningún mérito que exhibir en que la cerveza esté buena y fresquita; pero sí que tiene algún mérito en el mero hecho de que tú puedas comprobar exactamente eso. Nuestra obligación es hacer que no se nos note, pero que cuando seamos necesarios no faltemos. Toda la cadena de valor de la cerveza, que es muy larga y a la vez de gran importancia, se beneficia de que estemos ahí, haciendo que todos los riesgos que hayan de asumir plantadores, cerveceros y distribuidores sea que el líquido pardo no sea, finalmente, del gusto de los consumidores.