La esperanza de vida al nacer en España roza los 80 años, en el caso de los hombres, y llega hasta los 85 para las mujeres. Eso sí, para cumplir las estadísticas y superarlas si es posible, es importante seguir una serie de pasos básicos… que corremos el peligro de olvidar a causa del acelerado ritmo de vida diario. Presta atención a este “mantra” para jubilación saludable y activa. Te avisamos que contarás con un buen aliado para poder cumplirlo.
1.- Vigila tu peso.
Tu cuerpo es una estructura que debe soportar una carga, que eres tú mismo. Si esa carga es excesiva, tu cuerpo puede acabar teniendo dificultades para hacer las cosas bien. El sobrepeso y, muy particularmente, la obesidad, pueden generar diversas enfermedades y complicaciones. Recuerda que en el seguro de salud hay profesionales, desde tu médico de cabecera hasta los especialistas endocrinólogos, que pueden ayudarte a permanecer en un peso ideal.
2.- Modera los “vicios”.
Junto con el sobrepeso, y en ocasiones correlacionados con él, determinados hábitos de consumo, como el alcohol y el tabaco, son los otros factores externos y elegidos por la persona que pueden estar presentes en un deterioro de la calidad de vida. Si deseas reducir tu consumo o incluso eliminarlo, pero la dependencia te lo impide, en tu seguro de salud también puedes encontrar programas diseñados para ello.
3.- Haz ejercicio.
No es necesario apuntarse al mejor gimnasio del barrio, ni contratar un entrenador personal o comprarse una bicicleta estática. Basta con adquirir pequeños hábitos y convertirlos en una constante: 30 minutos de paseo activo, una visita semanal a la piscina, pádel con los amigos los martes y jueves… El ejercicio constante previene muchas enfermedades, desde las circulatorias hasta el Alzheimer. Tu médico puede ser un apoyo importante en este proceso; recuerda, además, que si dispones de video consulta, podrás plantearle cualquier duda que tengas.
4.- Ojo con la tensión arterial y el colesterol.
Ten cuidado con esas cosas de la salud que se pueden torcer, pero no presentan síntomas al torcerse. Se puede ser hipertenso a cualquier edad; y, si esa condición se presenta, es posible que se produzca un deterioro en la salud que tal vez acabemos pagando caro. Recuerda que tu médico del seguro privado puedes visitarlo cuantas veces quieras o acordéis ambos, para realizar un control sistemático y evitarte sorpresas.
5.- No te olvides de la dependencia.
Ya sabemos que pensar en cosas desagradables no es agradable, claro. Pero hay que hacerlo. La vida es muy larga, cada vez más larga. Pero todavía no hemos conseguido garantizarnos que toda nuestra vida la podremos vivir en plenitud de facultades. Diversas enfermedades, discapacidades y accidentes pueden generar lo que se llama dependencia o falta de autonomía personal, esto es: la necesidad de un tercero en la vida diaria. La dependencia se previene con los hábitos, pero aun así puede presentarse; y, por ello, existen seguros específicos destinados a proveer lo necesario en ese momento.
6.- Piensa en los tuyos.
Si has llegado a ese momento en la vida en el que has creado tu propia familia, lo racional, aunque te cueste, es pensar en ellos. Estadísticamente, lo más seguro es que tengas una vida larga y provechosa; pero hay circunstancias: una enfermedad, un accidente, que pueden poner en peligro esa continuidad, algo que puede afectar no sólo a tu nivel de vida sino al de quienes dependen total o parcialmente de ti. La institución aseguradora tiene diversas figuras de seguro: el seguro de vida, el de accidentes, el subsidio por enfermedad u hospitalización, que están diseñados para cubrir ese hueco.
7.- Mantén en orden tus asuntos.
Llegar a determinada edad, jubilarse, etc., es adquirir el derecho a la tranquilidad. Sin embargo, son muchas las cosas que pueden perturbar esa tranquilidad; problemas con los impuestos, con la pensión o el salario, con la comunidad de vecinos… Una buena manera de garantizarse la tranquilidad es adquirir el hábito, desde muy pronto, de echar mano de los profesionales de los seguros de defensa jurídica. Profesionales que están, precisamente, para eso: para que tú estés tranquilo, y te ocupes de lo tuyo.
8.- Si viajas, viaja seguro.
Si crees que llegar a una determinada edad es llegar a ese momento en el que viajarás lo que no has podido antes, no te olvides de viajar bien asegurado. De esta manera, cualquier cosa que te pueda pasar estará cubierta.
9.- Sobre todo, ahorra; y empieza cuanto antes.
Sí, empieza cuanto antes porque, cuanto antes empieces a ahorrar, más que proteges contra las pérdidas del ahorro, y más ahorro acumulas. Plantéate un objetivo y asesórate bien sobre la mejor forma de alcanzarlo.
10.- Aunque no quieras, piensa en lo que ha de pasar.
Ya sabemos que es complicado y duro. Pero el deceso es algo que ocurrirá, y tú puedes prevenirlo para que no sea una carga para los que se quedan atrás. El seguro español de Decesos, además, conforma un conjunto de servicios muy interesantes, tales como el borrador de la huella digital o la asunción de los trámites ligados a la testamentaría.