Todo el mundo sabe que, con la llegada del nuevo año, es común hacerse propósitos basados en cambiar en algo el rumbo de nuestras vidas. Y todo el mundo sabe que esos propósitos casi nunca se cumplen y, al final, se quedan en un par de cuotas de gimnasio pagadas para nada y, tal vez, tres o cuatro días sin fumar. No hay que ser tan pesimistas, en todo caso. Los psicólogos siempre dicen que el mero hecho de hacerse propósitos de cambio ya nos sitúa más cerca de dicho cambio; así pues, es importante no cejar en el empeño.
Además de ser constante, también puedes probar a ser distinto. ¿Cómo? Pues integrando el seguro en tus propósitos de año nuevo. Hay metas muy interesantes que están íntimamente ligadas a la industria aseguradora, y que pueden mejorar tu vida: echa un vistazo a nuestra sección Prevenir para vivir para hacerte una idea.
Piensa, por ejemplo, en el propósito de ahorrar (más). Con los precios y los sueldos de hoy en día está complicado ahorrar, cierto. Pero aunque por supuesto ahorrar mucho es importante, tanto o más lo es ahorrar sistemáticamente. Muchos esquemas de ahorro que te ofrecen las aseguradoras pueden ayudarte a hacerlo casi sin que te des cuenta y, créenos, lo agradecerás en el futuro.
Otro clásico de los propósitos de año nuevo es el cuidado de la salud. Si te animas a contratar un seguro sanitario, vas a descubrir las muchas cosas en las que una atención constante y una disciplina personal pueden llegar a ayudarte para mejorar tu calidad de vida y tu autopercepción de bienestar. El seguro de salud, de hecho, puede ayudarte en algunos propósitos muy clásicos de estos días, como dejar de fumar, adelgazar y tantas otras cosas.
¿Te parecen difíciles propósitos así? Bueno, hay algunos otros que son incluso más sencillos. Aquí te vamos a proponer uno que probablemente te sorprenderá: revisa cómo es tu día a día y qué necesidades de protección tienes. En otras palabras, piensa en qué seguros puedes necesitar y revisa las condiciones de aquellos que ya tienes contratados.
Sí, hazlo. No te llevará mucho tiempo y te puedes llevar sorpresas muy gratas. Descubrirás prestaciones que, tal vez, no sabías que tenías y que puedas necesitar. El seguro moderno es un producto integral y eficiente. Un buen seguro del hogar, por ejemplo, te sorprenderá con coberturas relacionadas con daños que puedas provocar a terceros, tú, tus hijos o tu mascota; o con averías en la casa, o con robos que sufras en la calle. De la misma manera, un seguro del automóvil también suele incluir diversas coberturas de interés, desde el coche de sustitución hasta servicios relacionados con la ITV. Y qué decir del seguro de asistencia en viaje, capaz, en muchos de sus contratos, de garantizarte una ayuda o prestación casi en cualquier situación negativa que se pueda presentar durante tus vacaciones.
Por todo esto, nuestro consejo es que, arranques el año bien protegido. Es importante que evalúes tus necesidades de protección y actúes en consecuencia. Uno de los problemas que tienen las sociedades modernas es, precisamente, los déficit de protección. La forma de proteger a quién más quieres y de asentar los conseguido es, ya lo sabes, el seguro. ¡Feliz año nuevo!