La vida es un constante ir y venir, y a lo largo del tiempo las cosas cambian con cierta frecuencia, desde los miembros de la familia hasta la casa en la que empezamos a vivir, y todo ello hay que tenerlo en cuenta a la hora de relacionarlo con nuestros seguros. Sí, aunque es habitual olvidarlo, hay muchos de esos cambios que afectan a las pólizas de seguro que tengamos contratadas, nosotros os vamos a recomendar que reviséis todos los seguros, pero en esta ocasión nos vamos a centrar en el de Decesos que para eso somos especialistas desde siempre.
Lo primero a tener en cuenta es que los datos de contacto se deben mantener actualizados para que nuestra aseguradora pueda contactar con nosotros y no perdamos información importante, al tiempo que nos garantizamos que nos lleguen comunicaciones que afecten a las coberturas, límites y precio el seguro. Entre los datos de contacto necesariamente actualizados debemos considerar:
El domicilio de correspondencia
El teléfono de contacto
El correo electrónico
Otro de los datos imprescindibles, y además obligatorio, es el N.I.F. que habitualmente te solicitamos al contratar la póliza, pero ¿Qué pasa con los peques? Pues los peques también cambian, y cuando llegan a los 15 años, tiene que contar obligatoriamente con su propio N.I.F., y hay que comunicarlo a la compañía de seguros, recuérdalo si hay menores en tu póliza.
Hemos citado el domicilio, el que figura en la póliza es habitualmente en el que reside la familia y donde se reciben las cartas y comunicaciones, pero a veces uno de los miembros de la familia se desplaza fuera a estudiar, si es en España no hay problema, pero si lo hace al extranjero, y además por más de 90 días, hay que comunicarlo a la aseguradora para que se contemple en la póliza y quede cubierto, ya que los traslados desde otro país a España están sujetos a que la residencia habitual sea en nuestro país, mientras que una permanencia en el extranjero con carácter no temporal no está contemplado. Anota también esto ya que muchas familias tienen a sus jóvenes en otros países viviendo y no han comunicado el hecho a la compañía.
Por último destacar que si el domicilio habitual de la familia cambia, y concretamente lo hace a otra localidad distinta a la inicial, en la que habría que inhumar a un fallecido de la familia, también se debe comunicar ya que puede afectar a la cobertura de la póliza.
En resumen, cualquier cambio de los comentados, y en caso de duda cualquiera de los que se produzcan, se deben comunicar a la aseguradora de decesos para que se incorpore a tu póliza y puedas estar tranquilo y disfrutar de tu vida y sus cambios.