Algunos le dan poca importancia. Otros lo relegan al ámbito de picaresca. Pero nada más lejos de la realidad. El fraude al seguro es un delito. Y bien serio. Quien intenta defraudar a su aseguradora no solo causa un mal a la compañía, sino que perjudica a todos los asegurados. A todos sus conciudadanos. Sí. ¿Y por qué?
Muy sencillo: las aseguradoras resuelven los problemas de la gente con el dinero que le pagan sus clientes. Desde un golpe de chapa a un incendio en un negocio. Por lo tanto, cuando un defraudador plantea una reclamación indebida, falsea los hechos o el valor de la pérdida, lo que hace es tratar de obtener un beneficio que no le corresponde a costa del resto de asegurados, que son honrados. De igual forma, cuando el seguro indaga en las reclamaciones indebidas protege los intereses de sus asegurados.
Seguir leyendo «El fraude al seguro, ¿picaresca o delito?»