El negocio de las aseguradoras es un buen compañero de viaje para las arcas del estado: solo en 2013 el sector realizó una contribución fiscal de cerca de 7.000 millones de euros.
Pese a que, evidentemente, la facturación de la industria varía cada año y durante la crisis se ha producido un descenso de la contratación, las aportaciones del sector a la Hacienda Pública han sido siempre de gran importancia. Veamos de dónde procede este dinero.