La esencia del seguro es la protección de las familias, las empresas y las instituciones. A través de la protección de las personas, los inmuebles y otros bienes en todo tipo de situaciones y ante todo tipo de riesgos, el seguro contribuye al desarrollo económico del país. El seguro es la red invisible de protección que sostiene el progreso de España.
El seguro está, además, presente en todo el territorio nacional. Su red de puntos de venta, compuesta por mediadores, sucursales bancarias y oficinas propias, junto a los canales de atención a distancia, hace posible
estar cerca de las personas en todo momento. De la misma forma, los
colaboradores con los que trabaja el seguro –que incluyen desde talleres
a abogados, pasando por sanitarios y reparadores de todo tipo– constituyen
una fuente de prosperidad y empleo por todo el país. El seguro contribuye a la cohesión territorial con la demanda de servicios que genera para todos estos profesionales.
La vocación de las aseguradoras es, en definitiva, contribuir a que España tenga una sociedad próspera y cohesionada, y un tejido productivo volcado con la sostenibilidad. Por eso, el día a día de las entidades se encuentra estrechamente vinculado con muchos objetivos de desarrollo sostenible marcados por las Naciones Unidas.